Monseñor José Luis Azuaje: “La reestructuración del Celam se ha hecho desde la fuerza renovadora del Concilio Vaticano II”
Ángel Morillo 38ª Asamblea CELAM, reestructuración, renovación
Bogotá D. C. 19 de mayo de 2021
Prensa CELAM. Monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo (Venezuela) y Coordinador del Consejo del Centro de Programas Pastorales y Redes del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), abrió el segundo día de la 38ª Asamblea General con la ponencia: ‘Una renovada aproximación pastoral del Celam en clave de Iglesia Sinodal y en Salida’.
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El prelado ha recordado que este proceso de renovación y reestructuración es parte de “la decisión de la 37ª Asamblea del CELAM en Tegucigalpa (2019)”, por ende “este mandato se ha hecho desde la fuerza renovadora que nos ha dado el Concilio Vaticano II, donde no solo se pide una reforma de la Iglesia, sino que da las bases para realizarla”.
“Estamos haciendo una reforma y reestructuración de estructura y de pastoral en el CELAM, no para que las cosas sigan iguales, ni para que se le dé un barniz a lo que se hace; por el contrario, una reforma evangélica y misionera de la Iglesia implica procesos prolongados”, ha explicado.
Discernir la voluntad de Dios
El arzobispo venezolano describió el proceso realizado en estos dos años: “Se integraron grupos de discernimiento comunitario, con presencia de miembros del Celam de periodos previos para asegurar continuidad”.
Asimismo se ha trabajado “con algunos representantes de los obispos asesores que fueron enviados por la Asamblea de Tegucigalpa para acompañar esta renovación” como también con “otras instancias eclesiales regionales para trabajar en comunión: Cáritas Latinoamérica y el Caribe, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as , entre otras”.
Ha destacado la alianza “con expertos en distintas áreas pastorales contando con algunos que ahora integran el Equipo de Reflexión Teológica; y con la participación directa del presidente del Celam y de la Secretaría General”.
“Durante aproximadamente 7 meses se condujo un proceso de discernimiento espiritual, comunitario y organizativo partiendo de las consultas a los Episcopados de América Latina y el Caribe”, agregó.
Todo ello “con el objetivo de discernir la voluntad de Dios para la reforma. El resultado de ese proceso de discernimiento fue la definición de los Centros de Pastoral y su identidad, sus prioridades y líneas de trabajo para desarrollar y presentar a esta Asamblea”.
Los centros pastorales
Además Monseñor Azuaje ha expresado que en esta nueva restructuración han pensado en conformar cuatro centros pastorales: el Centro del Conocimiento para “analizar desde una pastoral discernida la compleja realidad de nuestra región”.
También el Centro de formación Cebitepal para una pastoral reflexionada y argumentada bíblica, teológica y pastoralmente, el Centro de programas y redes de acción pastoral para una pastoral organizada y compartida con las Conferencias Episcopales y las redes temáticas y territoriales.
Finalmente, el Centro para la comunicación desde una pastoral comunicada y divulgada. Todos los centros trabajarán de manera integrada y articulada, animando la sinodalidad, no delegar tareas, sino construir juntos, por ello “cada centro pastoral cuenta un equipo de cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos como signo de sinodalidad”.
Los cuatro sueños del Papa Francisco
Otro aspecto que ha acompañado esta restructura son los cuatro sueños del Papa Francisco. Al respecto Monseñor Azuaje lanzó la pregunta: “¿Por qué el Celam asume los cuatro sueños de Querida Amazonía?”.
Acto seguido responde: “La razón de ello viene del propio Papa Francisco al expresar que todo lo que la Iglesia ofrece debe encarnarse de modo original en cada lugar del mundo, de manera que la Esposa de Cristo adquiera multiformes rostros que manifiesten mejor la inagotable riqueza de la gracia”.
En tanto “la predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse, por lo que implica una pastoral encarnada en las diversas culturas del continente, desde los dos ejes mencionados que desarrollan lo eclesial, social, cultural y ecológico”.
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